Síguenos

Noticia

13-09-2021

La sonrisa de Manabí

Carlos Caicedo ingresa boletas, moviliza, ayuda a sus compañeros de trabajo y baila. Hace casi treinta años decidió viajar por tierra desde Ecuador para adaptarse a una nueva realidad. El asistente de Tesorería de Antofagasta Minerals fue reconocido por una de las competencias clave del Sello de Liderazgo: “Creo valor en cada cosa que hago”.

"Y vamos abriendo puertas y vamos cerrando heridas, porque en el año que llega vamos a vivir la vida".  Carlos Caicedo canta esta canción de Gloria Estefan prácticamente todos los días. A veces baila y su risa contagia a todos quienes trabajan en el piso 19 de las oficinas de Santiago mientras saca fotocopias o ingresa boletas. Hace más de veinte años llegó al Grupo y desde entonces, alegra los pasillos, moviliza a los demás y ayuda a quienes lo necesitan. Por eso, en la conmemoración del Día de la Minería, fue reconocido por sus mismos compañeros al representar la competencia "Creo valor en cada cosa que hago", del Sello de Liderazgo.

Pero para él, aunque no lo diga, nada ha sido fácil. Nació en Ecuador, en la provincia de Manabí. A los 12 años, era mesero en un restaurante y por las noches iba al colegio. "Un día, atendía a una abogada de una empresa chilena en Ecuador y me ofreció un trabajo", explicó Carlos.

- "Yo nunca he estado en una oficina", le dijo.

- "Nosotros te enseñamos", le respondió la abogada.

Ahí estuvo hasta que esa compañía se fue de Ecuador. "Te esperamos en Chile", le dijeron. Por eso, con una amiga decidió hacer un viaje que cambiaría su vida. Cinco días y cinco noches en un bus. Muchas personas a su alrededor. Paraba en todas las provincias, le pedían sus documentos y le revisaban sus cosas. Lo miraban y lo dejaban seguir su camino. Así pasó por Perú y finalmente, luego de varias horas sin dormir, un 5 de noviembre de 1993 a las 18:00 horas, llegó a la calle Morandé con San Pablo. Se bajó del bus y aseguró, "de aquí no me saca nadie".

Creo valor en cada cosa que hago

Carlos llamó a sus ex compañeros de trabajo y les dijo: "Estoy en Chile". No lo podían creer, pensaban que era una broma. "Lamentablemente no tenían un trabajo para mí. Entonces ese mismo lunes empecé a moverme en la ciudad. Vi en El Mercurio que se necesitaba personal para una agencia de viajes y fui inmediatamente para allá. Les simpaticé, me encontraron proactivo y me quedé ayudándolos".

Días después entró a la oficina de su jefa y escuchó que en la empresa Drillco necesitaban un junior. Carlos vio otra vez una oportunidad y se acercó: "Yo puedo hacer ese trabajo", dijo.

Lo entrevistaron y le comentaron: "pero usted no conoce Santiago". A lo que el asistente de Tesorería respondió: "Yo no conocía Chile y aquí estoy". Días después comenzó un reemplazo de tres meses, que terminó siendo un trabajo de casi once años.

Pero Carlos quería seguir desarrollándose, aprendiendo y creciendo profesionalmente. Por eso, una amiga que trabajaba en el Grupo Minero lo recomendó para hacer reemplazos como junior en lo que en ese entonces era Minera El Tesoro.

"En abril, durante mis vacaciones de 15 días, venía para acá. Me encantaba hacerlo porque me quedaba a cargo de todo. Para mí era una tremenda oportunidad y la quería aprovechar". Por eso, pasó todas sus vacaciones durante cinco años trabajando para la Compañía. Luego, debido a su excelente desempeño, adaptación y disposición, en el año 2001, le ofrecieron un trabajo definitivo. Después estuvo en Minera Esperanza hasta el 2016 y, finalmente, llegó al lugar donde se encuentra hoy: la gerencia de Administración y Finanzas de Antofagasta Minerals.

"Soy muy detallista. Me preocupa que las cosas se hagan bien, que se resuelvan y lo más importante, siempre con una sonrisa. Trato de crear valor en todo lo que hago, aunque sea limpiar barrer, regar las plantas, hasta en ingresar una boleta", comentó Carlos.

Su actitud positiva logra movilizar a otros para lograr la excelencia, es flexible y se adapta, tanto en su vida personal como laboral. "Uno tiene miedo al principio, pero los cambios son buenos. Yo soy un ejemplo de eso. Imagínate, me vine de mi país, me atreví y acá estoy mucho mejor", añadió. Además, ha logrado sortear obstáculos y aprender a manejarse en lo incierto. Características fundamentales de la competencia Creo valor en cada cosa que hago del Sello de Liderazgo.

Todo esto y más lo han llevado a ser un líder que inspira. Tanto para sus compañeros de trabajo como para su familia y amigos. "Los invito a que sean coherentes, más abiertos con la gente, con el ser humano. Lo más importante no es siempre lo de uno. Puede tener mucho más valor ayudar a la persona que está ahí y que te necesita", finalizó.