Minera Los Pelambres culminó la segunda etapa del proyecto de perforación autónoma. Un hito en la industria minera que consistió en la automatización de tres perforadoras Pit Viper 351 eléctricas, las que se suman a las dos perforadoras autónomas a diésel que iniciaron su operación a fines del 2019.

Así, la Compañía se convierte en la segunda mina en el mundo en incorporar perforadoras autónomas eléctricas al proceso, siguiendo la Estrategia de Cambio Climático impulsada por el Grupo Minero para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero.

"Nuestro propósito es desarrollar minería para un futuro mejor y la hoja de ruta de transformación digital de Antofagasta Minerals es una contribución para ello. Hace dos años comenzamos con el proyecto de Perforación Autónoma con la convicción de que teníamos la capacidad de evolucionar. Hoy estamos muy orgullosos de haber desarrollado el primer proyecto de autonomía del Grupo, cuya puesta en marcha fue a fines de 2019, convirtiéndose en la primera iniciativa de este tipo en Sudamérica. Los resultados son muy satisfactorios desde la perspectiva de seguridad, productividad y costos", asegura Mauricio Larraín, Gerente General de Minera Los Pelambres.

El proyecto de perforación autónoma partió en 2019 y en 2020 los dos equipos diésel comenzaron a ser operados desde una sala de control ubicada a tres kilómetros del yacimiento, donde trabajadores capacitados realizan las tareas de manera remota. Se hicieron también pruebas de control desde las oficinas de Santiago de Antofagasta Minerals, a más de 300 kilómetros de distancia, dejando habilitada la opción técnica de operación desde su futuro centro de operaciones integradas el 2022.

"La primera etapa nos dejó muy satisfechos y con esta segunda fase estamos consolidando los potenciales de la autonomía con resultados positivos", señala Edgardo Pabst, jefe del proyecto de Perforación Autónoma de Minera Los Pelambres.  

El proceso de automatización, desarrollado en conjunto a la empresa Epiroc, entrega mayor seguridad a los operadores que hoy realizan sus labores en un espacio más confortable, lejos de la exposición a condiciones de ruido y polvo. Hoy dos trabajadores monitorean los cinco equipos autónomos con mejor calidad de vida, seguridad y productividad.

La iniciativa también muestra buenos resultados productivos, los que se reflejan en un aumento de un 10% en los metros perforados. "Un equipo autónomo logra unos 500 metros perforados por día, con un peak de 800 metros en condiciones óptimas. Eso representa un 10% más respecto a un equipo normal", asegura Edgardo Pabst.

La reconversión de los operadores también ha sido un aspecto clave, donde destacan los procesos de aprendizaje continuo y certificación. En la primera etapa se capacitaron a 12 operadores y este año se alcanzó la cifra de 20 operadores certificados.