Son 60 las hectáreas del Tranque Quillayes que Los Pelambres comenzó a poblar con vegetación. El objetivo es controlar eventos de material particulado y mimetizar el tranque con su ambiente.

Entre las especies, un total de 48 mil ejemplares, hay espinos, algarrobos, adesmias, romerillos, colas de zorro, coirones y quilos. Todas ellas fueron seleccionadas por tres características en común: ser nativas de la zona, consumir poca agua y adaptarse rápidamente a ambientes extremos.

Francisco Riestra, superintendente de Gestión de Riesgos Regulatorios, explicó que el proyecto de fitoestabilización es parte del cumplimiento de compromisos medioambientales de la operación, tanto con la autoridad, Sernageomin, como con la comunidad de Cuncumén. "Por nuestra resolución ambiental, debemos resguardar que las especies tengan su origen en la provincia y la cuenca. Por lo tanto, desde la colecta de semilla hasta la producción de plantas se resguarda este compromiso, preservando así el patrimonio genético de la zona", comentó el ejecutivo. En un mes y medio, aproximadamente, debería concluir la plantación, para luego iniciar el establecimiento y la mantención de las especies.

Antes de plantar, se preparó el terreno y mejoró el suelo con un recubrimiento de tierra de más de 30 centímetros. También se hicieron las casillas (agujeros donde van las plantas) y se construyó un sistema de riego, entre otras acciones.

Las especies, aclimatadas en el vivero de Monte Aranda, fueron luego trasladadas a un invernadero temporal en el sector de Quillayes.

"Después de analizar 22 tipos de plantas, elegimos ocho principales y cuatro complementarias porque son las que tienen mejor desarrollo en cuanto a características de crecimiento, de fitorregulación y necesitan poca agua", señaló el jefe de Proyecto Vegetacional de Los Pelambres, Francisco González. En el largo plazo, agregó, la plantación permitirá controlar temas ambientales tan importantes como la emisión de material particulado desde la cubeta del Tranque de Relaves Quillayes.

Pablo Orellana, supervisor de Teknoriego, la empresa a cargo de los trabajos, precisó que se plantarán 800 ejemplares por hectárea, lo que permitirá un crecimiento orgánico de los árboles y arbustos. "Aplicamos fertilizantes e hidrogel, un material que retiene mucho más el agua y permite que sea aprovechada totalmente por la planta", comentó.

Para la plantación se usa la técnica de "tresbolillo", la que consiste en colocar los ejemplares de forma desordenada para simular un bosque más natural. "Nuestro objetivo es tratar de igualar lo que hay en el entorno con el tranque, de manera que, cuando las plantas estén grandes y uno mire desde cualquier lado, se vean de forma natural, igual que su entorno", precisó Francisco González.

En la actividad participan trabajadores del Valle Alto, quienes fueron capacitados para el cuidado y trasplante de las especies. "Es un proyecto muy hermoso. Es un bosque que va a quedar para las próximas generaciones. A mí me encanta el tema de las plantas y he aprendido mucho en este proyecto. Cuando hablen del bosque que hay en el tranque, podremos decir que nosotros estuvimos en su origen", comentó Coraima Cortéz, originaria de Cuncumén.