Síguenos

Noticia

22-04-2024

Operación invierno:

Minera Los Pelambres implementa nueva tecnología de control de avalanchas

El nuevo sistema, que puede ser manejado a distancia, fue diseñado para cuidar la seguridad de las personas y aumentar la continuidad operacional en condiciones climáticas extremas.

"Fue un trabajo bastante arduo y complicado el que tuvimos que hacer por casi dos años hasta lograr este hito", comenta Víctor Aravena, jefe de Operación Invierno de Minera Los Pelambres, sobre la instalación de esta nueva tecnología asociada al sistema anti avalancha en el área mina.

El mecanismo destaca por su capacidad de activación remota, con un dispositivo que puede ser manipulado a distancia, lo que permite a los operadores activar avalanchas controladas con precisión y en el momento adecuado.

El equipo de Operación Invierno finalizó con éxito esta obra de gran envergadura que marca un hito en la seguridad de sus operaciones. Después de 24 meses completó la instalación del nuevo sistema de control de avalanchas llamado Gazex, diseñado para proteger a las personas y aumentar la continuidad operacional en condiciones climáticas extremas.

El nuevo mecanismo representa una evolución significativa en el sistema de generación de avalanchas controladas. A través de una combinación de componentes explosivos activados por gas, oxígeno y propano, este método permite la detonación remota, mejorando así la seguridad de los trabajadores.

"El equipo de Operación Invierno ha trabajado fuertemente en poder anticiparse a la posibilidad de una nevada. Lo que estamos implementando, que es uno de muchos controles que tenemos, busca asegurar y gestionar la seguridad de nuestro personal, en particular en el rajo mina y su entorno", explica Jorge Yoma, gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de Los Pelambres.

El desafío logístico asociado con su implementación fue de gran magnitud. Desde la planificación hasta la instalación de los cañones en terrenos montañosos de la fase 9, sobre los chancadores. El proyecto requirió una coordinación meticulosa y el cumplimiento de estrictos protocolos de seguridad, incluyendo vuelos de helicóptero limitados por las condiciones climáticas propias de la alta cordillera.

Fueron necesarias más de 105 horas de vuelo para alcanzar cada punto de trabajo, durante las cuales se transportaron un total de 172 toneladas de material.

En los sitios de operación, un equipo compuesto por 17 personas se dedicó activamente a las labores, con un peak de 22 trabajadores involucrados en momentos de mayor actividad. Este esfuerzo se tradujo en un total de 22.956 horas de trabajo, durante las cuales se logró un destacado récord de seguridad, sin registrar accidentes.