Eduardo Pérez, superintendente de Planificación Corto Plazo de Minera Antucoya, reflexiona sobre su trayectoria desde que se unió a la Compañía en 2018 como ingeniero de Planificación de la Producción hasta su reciente ascenso. "Fue un bonito reconocimiento, refuerza lo que pienso y el orgullo que siento al pertenecer a Antucoya", explicó sobre su promoción, una de las 24 registradas en la Compañía durante el primer semestre de 2024.

Creció cerca de El Teniente, Rancagua. Ahí, y aunque no tenía relación con la minería, Eduardo conoció el rubro. Siempre admiró a los trabajadores mineros y su dedicación. "Veía a los viejos del mineral y que podían ofrecer buenas condiciones a sus familias", recuerda.

Su decisión de estudiar Ingeniería Civil en Minas se consolidó un verano cuando visitó a su tío geólogo en María Elena. "Ahí me di cuenta de que me gustaba. Mi tío me empezó a hablar de lo que era vivir en un campamento y de minería. Cuando di la Prueba de Aptitud Académica me fue bien y me becaron".

En 2006, comenzó su camino en la industria con su primer trabajo en Sernageomin.  Luego, en 2008, entró a trabajar a Collahuasi, donde permaneció casi 11 años, hasta su llegada a Minera Antucoya. Durante su carrera estudió dos diplomados y un magíster, este último apoyado por la Compañía.

Eduardo valora no sólo su crecimiento personal, sino también el apoyo invaluable de su familia. "Cuando me vine a Antucoya fue para mí un salto al vacío, con más ilusiones que certidumbre. Sin embargo, con el apoyo de mi familia pude corroborar todas mis expectativas, era una faena que estaba recién partiendo y que podía darme oportunidades", reflexionó. Aquí encontró un ambiente laboral grato y lleno de oportunidades para seguir creciendo.

Eduardo se proyecta dentro de la Compañía, comprometido a contribuir al camino hacia la excelencia organizacional. "Quiero seguir aportando desde el rol que sea, tengo hartas expectativas de seguir creciendo y seguir haciendo cosas nuevas", aseguró.