En un contexto en el que la minería enfrenta exigencias crecientes en sostenibilidad, eficiencia y seguridad, la vicepresidencia de Estrategia e Innovación (VPEI) de Antofagasta Minerals se posiciona como un actor clave en la transformación de la Compañía. Así lo planteó René Aguilar, quien lidera esta área que -lejos de ser un laboratorio aislado-, impulsa tecnologías, procesos y soluciones que ya están redefiniendo el modo de operar las operaciones del Grupo.

"El corazón de nuestro trabajo está en asegurar la continuidad operacional de todas las compañías, optimizar su desempeño y lograr una mejor adherencia a los planes de desarrollo y producción", explicó el ejecutivo. "La VPEI articula ejes tan diversos como analítica avanzada, descarbonización, innovación transformacional y valorización de relaves". Destacó que TICA es el motor principal de la vicepresidencia, y que concentra más del 70% de su equipo.

Uno de los pilares de la transformación que impulsan es la analítica avanzada. "Gracias al análisis masivo de datos en tiempo real y los modelos de inteligencia artificial, la industria minera se está transformando al habilitar una toma de decisiones más ágil y precisa", indicó. "Hoy comprendemos mejor nuestros procesos y podemos gestionar indicadores que antes eran difíciles de analizar. Esto nos permite acercarnos al full potencial de nuestras operaciones".

El compromiso con la sostenibilidad también se traduce en pasos concretos hacia la descarbonización. Uno de los avances más relevantes es la electrificación progresiva de las operaciones, como el piloto de trolley que entrará en marcha en Los Pelambres en el segundo semestre. "Para cumplir la meta de reducir en un 50% nuestras emisiones al 2035, es clave electrificar y, al mismo tiempo, reducir costos operacionales", dijo.

Innovación con visión estratégica

Para René Aguilar, la innovación tiene dos caras: una operacional -que apunta a la mejora continua de procesos a través de la adopción o adaptación de tecnologías-, y otra estratégica, orientada a transformar la forma en que se produce y se gestiona el recurso minero.

Uno de los ejemplos más emblemáticos es Cuprochlor-T, una tecnología desarrollada por la Compañía que permite lixiviar sulfuros primarios, algo hasta ahora inalcanzable a escala industrial. "Este año comenzaremos a construir una pila demostrativa en Minera Zaldívar, de hasta 25 mil toneladas, con miras a continuar la explotación a los sulfuros que tiene esa operación para las próximas décadas".

Otro de los ejes estratégicos es la valorización de relaves. "Estamos explorando nuevas formas de depositación, incorporando tecnologías que permitan una mayor recuperación de agua, y también estudiando cómo extraer elementos con valor económico o darles nuevos usos", comentó. "Esta visión circular apunta a transformar lo que antes era considerado un pasivo en una fuente de valor".

La VPEI también trabaja en optimizar el transporte de materiales, tanto en su volumen como en su selección. "Para depósitos satelitales, estamos analizando el uso de road trains, camiones articulados capaces de mover grandes cargas a menor costo", indicó el ejecutivo. Agregó que otro ejemplo "es el avance en selectividad con tecnologías como ShovelSense, sensores instalados en el balde de las palas que determinan en tiempo real la ley del mineral cargado, lo que permite decisiones instantáneas sobre su destino. En Minera Centinela esta tecnología ya generó impactos positivos en productividad y resultados financieros".

Todo este ecosistema de innovación, tecnología y estrategia no sólo mejora el presente, sino que prepara a Antofagasta Minerals para los desafíos del futuro. "Nuestro trabajo es habilitar el cambio ahora. Lo que hacemos hoy no es solo innovación, es la construcción activa de una minería más competitiva, sustentable y preparada para lo que viene. Más que innovación, habilitamos el futuro de la minería hoy", concluyó.