Minera Los Pelambres implementó por primera vez cuatro brazos robóticos en forma simultánea para el cambio de revestimientos del molino SAG 2. La Compañía busca mejorar la eficiencia del proceso y, sobre todo, resguardar la seguridad de las personas.

La incorporación de esta tecnología representa un salto desde las primeras intervenciones que utilizaban dos brazos. Hoy, con cuatro equipos operando de manera coordinada -dos en el cilindro y dos en la etapa de descarga-, se avanza hacia una nueva escala de automatización y confiabilidad.

"Nos deja muy contentos porque cada vez vamos haciendo que esta tecnología vaya funcionando y nos está dando muy buenos resultados en la planta concentradora", señaló Aldo Badilla, superintendente de Confiabilidad y Mejoramiento de Los Pelambres.

Este desarrollo ha sido posible gracias al trabajo conjunto entre la gerencia de Mantenimiento Concentradora y la gerencia de Innovación de Antofagasta Minerals, sumado a la participación de diversos equipos y empresas colaboradoras.

"Es muy importante destacar el trabajo colaborativo que realizan distintas áreas, desde lo que son las mismas empresas de cambio de revestimiento, del revestimiento manual, las áreas de innovación y las distintas áreas de soporte que nos permiten finalmente llevar a cabo este proyecto", destacó Iván Rodríguez, planificador de Mantenimientos Mayores en MLP.

Agregó que esta innovación tiene como foco principal reducir los riesgos asociados a una tarea históricamente crítica: "Busca reducir los riesgos de exposición a las personas en esta actividad crítica. Y, además, paulatinamente también buscamos ir disminuyendo los tiempos de mantención asociados a esta actividad".

Los aprendizajes obtenidos durante las primeras experiencias con los brazos robóticos han sido fundamentales para el éxito de esta implementación. "Estamos sacando las lecciones aprendidas de cada paso o cada iteración que estamos haciendo, tratamos de sacar todos esos aprendizajes, cosa que en la nueva operación no tengamos esos errores que tuvimos en el pasado", afirmó Aldo Badilla, aludiendo al proceso de mejora continua que ha guiado toda esta transición.

Patricio Pizarro, planificador senior en Los Pelambres, también ha sido parte del proceso desde sus inicios y valora especialmente el impacto que tiene en la protección de las personas. "Uno de los grandes objetivos es disminuir la exposición de las personas al molino, dado que efectivamente se utilizan herramientas de gran envergadura". El uso de brazos robóticos permite reducir al mínimo la intervención humana directa en zonas de alto riesgo.

Además, subraya la dimensión humana del trabajo detrás de esta innovación. "Ha sido enriquecedor en la parte profesional, en la parte humana y en la parte de trabajo en equipo", afirmó, destacando el compromiso colectivo que ha hecho posible este avance.

De esta forma, la incorporación de los cuatro brazos robóticos ha marcado un antes y un después en las mantenciones de molinos, tanto por su componente tecnológico como por el hecho de poner al centro del proceso la seguridad de las personas, el aprendizaje colectivo y la colaboración para reforzar el mejoramiento continuo.